Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Valencia entre 1952 y 1955. Al finalizar los mismos, realizó los estudios de pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia entre 1956 y 1960, obteniendo el título de Profesora de Dibujo.
Fue becaria entre 1956-60 del Ministerio de Educación y Ciencia, obteniendo durante sus estudios tres premios de la Fundación Roig. Realizó distintos viajes de estudios por Italia y residió durante tres años en París, complementando su formación artística. En 1982 se licenció en la Facultad de Bellas Artes de Valencia.
La artista aborda en su pintura distintos temas: paisajes rurales, arquitecturas, retrato, bodegones y pintura religiosa. Sus primeras pinturas se encuentran dentro de una línea influenciada por el impresionismo y el paisajismo. Esta pintura se caracteriza por el tratamiento, casi realista, de los paisajes rurales que se manifiestan en su pintura. La paleta de Milagros está llena de luz y color, captando la mirada luminosa que se acomete en las zonas costeras del mar Mediterráneo.
Los modelos de sus paisajes rurales están tomados de los distintos panoramas ibéricos, especialmente de Valencia, Aragón y Castilla-León. Sus calles y arquitecturas inspiran a Milagros, recreando y sugiriendo los recuerdos de la España de antaño, produciendo sentimientos de nostalgia y añoranza. Es una pintura que podríamos considerar “poética”, y que consigue trasladarnos por los mundos oníricos de los sueños, los sueños de la España de los tiempos pasados. Sus casitas y paisajes resultan espacios donde apetece estar y vivir. Son lugares reales, habitables, donde las gentes viven en paz y armonía, recreando panoramas y estampas de España.
Las obras, en su mayoría de mediano y pequeño formato, son realizadas mediante la técnica del óleo sobre tela. Esta práctica permite una gran flexibilidad, un rico colorido y el manejo de una amplia gama de colores. En distintas obras la pintora utiliza también la técnica de la tinta y el pastel sobre papel, buscando una mayor minuciosidad en los detalles, especialmente en sus pinturas realizadas mediante tintas coloreadas.
En los primeros años del siglo XXI su pintura evoluciona hacia una mayor geometrización de las figuras y un distinto tratamiento del color, claramente influenciada por las vanguardias del siglo XX, llegando al final de su trayectoria a una abstracción más pura y elaborada dentro de un nuevo estilo más atrevido y subjetivo.
Durante su formación realizó algún tipo de experimentación con la pintura abstracta, pero se decantó por un arte más figurativo debido a la demanda que recibía. Como dijo la propia artista refiriéndose a su pintura abstracta; “Antes, cuando pintaba abstracto, la gente me decía que no sabía pintar. Ahora pinto como a mí me gusta”.
Su pintura abstracta contiene una gran fuerza debido a sus vivos colores y a sus simbólicos trazos. Esta pintura abstracta, se acompaña en ocasiones de espacios arquitectónicos, donde se funden las formas reconocibles con los trazos abstractos.
La extensa obra de Milagros Bayarri se encuentra principalmente en distintas colecciones privadas, tanto españolas como francesas e italianas, encontrando alguna de sus obras más importantes como La Santa Cena de la iglesia del Santísimo Sacramento de Almàssera, Los Apóstoles y el Señor en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Sueca o la pintura de Vilafamés que donó al Museo de Arte Contemporáneo de Vilafamés (Castellón), donde se representa un paisaje de la propia villa.
Paisaje de Milagro Bayarri.
Se encuentra en el Ayto. de Almàssera.
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